El domingo 15 de octubre de 2017, bajo el cielo soleado tuvo lugar la primera maratón de patinaje en línea en París. El lugar del evento, con la salida cerca de la Torre Eiffel, atrajo a muchos patinadores de velocidad profesionales igual que a los patinadores aficionados, así que en la línea de salida pudimos contar alrededor de tres mil patinadores. Por supuesto el equipo de Tempish Inline estuvo allí. Zdeněk Sauer compitió en la categoría SOLO. En la categoría DUO, la carrera de relevos en pareja, nos representó Hana Duspivová y su pareja deportiva, Robert Friedrichs, quien fue invitado de TEMPISH. Estuvo allí presente también Matěj Hloušek del equipo TEMPISH Heartbeat Inline, quien compitió en la categoría SOLO.
La salida estaba dividida en tres tandas. Matěj salió en la tanda A, y entre los patinadores checos obtuvo el mejor resultado con un tiempo de 01:08:28, con lo que acabó en el lugar número 35 de su categoría. Zdeněk compitió en la tanda B y logró un tiempo de 01:26:11.
Hanka y Robert juntos hicieron un tiempo de 1:26:41, lo que en la categoría DUO MIXTE (masculino/femenino) bastó para el séptimo lugar, y en el resultado total de todos los 462 relevos, lugar número 23. Sin embargo, ni Hanka ni Robert se sintieron contentos con el resultado. Lo que pasó fue que a Hanka un competidor la hizo caer en el segundo kilómetro tras la salida, no obstante no fue descalificado. Hanka terminó la carrera y pasó su relevo a Robert, quien hizo su máximo esfuerzo y aminoró la pérdida, pero ya no pudieron llegar a pisar el podio de los ganadores.
Los primeros tres competidores fueron Ewen Fernandez con un tiempo de 01:00:48, Nolan Beddiaf con una pérdida de más de un minuto a Ewen, y tercero fue Guillaume de Mallevoue.
Todos nuestros competidores describieron la carrera como un lugar muy atractivo por su ubicación, sin embargo el precio por correr a lo largo del río Seina fue alto – el recorrido era difícil y no apto para patinar. No faltaron largos trechos de suelo adoquinado, grava, dos veces hubo poquísimo espacio para girar, luego la pista se estrechaba que no cabía más de un patinador, también había turistas y peatones, etc. A lo mejor los organizadores al ocurrírseles la idea de organizar la carrera aquí no contaban con tanta participación. Hubo bastantes huecos en la organización – la entrega de los números era en un espacio muy reducido cerca de la línea de salida, por lo tanto los competidores se ahocinaban entre ellos; había colas de más de media hora para entrar en el recinto (por medidas de seguridad había revisiones de mochilas), otras colas de media hora para recoger el número, otra para dejar mochila, solo 4 baños para casi 2900 personas. Hanka dijo: "Estaba muy curiosa por la carrera pero tengo que decir que me siento decepcionada. A lo largo de la carrera me pasaban cosas que nunca antes me habían pasado, por ejemplo que en la carretera había adoquines, así que los patinadores que estaban en los extremos saltaron a las aceras asfaltadas y bajaron rápidamente mientras a nosotros quienes estábamos en el medio los adoquines nos frenaban. O en la curva en forma de "S" algunos patinadores tomaron atajo.. Para mí la pista fue horrible, más la caída cuando en un lugar muy estrecho un patinador francés me estaba adelantando y me empujó en el hombro haciéndome caer, cuando me podría haber esquivado sin problema. He terminado la carrera solo por Robert. Cuando uno sabe que si se da por vencido, afecta a la otra persona y no solo a si mismo, uno lucha.. Pero me ha costado un riñón*. No obstante aquel cielo azul y la salida en la Torre Eiffel aminoraron esta horrible experiencia." Zdenek añade que para el año que viene los organizadores tienen mucho trabajo.
*En la República Checa resultó que Hanka al caer en la pista se rompió el hueso sacro.